Mi hermana Tere es una leona.
No sólo porque es de Leo en el horóscopo, si no porque además es una pequeña felina, tenaz, perseverante, que jamás se deja rendir y que es tan fiel a sus convicciones como una convencida de que lo más importante en la vida es amar y ser feliz. Coincido con ella plenamente, en estos puntos.
A lo largo de mi experiencia con la artritis, a su manera, ella ha sido una gran compañera. Me ha escuchado llorar por teléfono largas horas, me ha aconsejado – lo que ella consideraba que era mejor, me ha venido a buscar y actuado de chofer las veces en las que, por una razón u otra no podía manejar. Siempre mirándome con esos ojazos verdes enormes que tiene y que transitan de la dulzura al fuego, con la pasión que domina a los “leoninos”.
Entre tantas cosas, hoy le toca a ella pasar por pruebas en las que el corazón se te rompe a pedazos y uno intenta sacar algo comprensible de todo lo que le toca vivir y aceptarlo… y encuentra fuerzas inimaginables!
No sé cómo acompañarla de la mejor manera, porque en definitiva, una de las grandes enseñanzas que adquirí en estos últimos años, es que uno transita lo que le pasa, solo.
Muchas veces estamos acompañados, y quienes nos quieren, nos hacen mucho bien, están con nosotros, nos dicen cosas para intentar mostrarnos otra costado de la vida, nos abrazan, nos sacan a pasear, hablan de nuestras virtudes… y todo eso suma. Mucho.
Pero, la verdad, y lo que más nos cuesta aceptar, es que tanto el dolor (como cualquiera de las emociones) ya sea físico o emocional, nos pasa a nosotros, y las decisiones de vida que tomamos cuando nos encontramos en estas situaciones, también las decidimos solos.
No hay nada que otro vaya a decir o hacer que pueda solucionarlo o cambiar el resultado de lo que experimentamos.
Lo que sí nos ofrecen los demás, son esas palabras y esos brazos en los cuales nos podemos amparar cuando se nos haga difícil de aguantar y necesitemos un sostén externo, aunque sea un ratito. Los abrazos sanan.
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Aceptar esta soledad y aprender a vivir con ella es una de las experiencias más trascendentales para un ser humano.
Saben que soy fiel abogada de que en el compartir con otros, sea lo que sea, en exponer nuestras vulnerabilidades (aprendí a fuerza de chocarme contra la misma pared), encontramos verdadero confort para el alma, y nos encontramos a nosotros mismos.
Muchos de uds. me lo han mostrado a lo largo de esta experiencia increíble en la que me embarqué desde que empecé a “compartir-me”. Soy la más agradecida.
Y la mayor recompensa que pude haber recibido fue leer a gente cercana y no tanto, que alguna palabra compartida le hacía bien, le hacía pensar distinto, o que una canción de las que me acompañan mientras escribo, le levantaba el ánimo una mañana. Con estos tesoros, soy rica!
Pero más allá de la compañía que tengamos, siempre elegimos solos.
- Empezar un tratamiento o no…
- Arrancar una terapia así o asá.
- Arriesgarse a una operación experimental.
- Seguir medicina alternativa o tradicional.
Lo que también aprendí es que en la medida en que acompañamos a otros, todos nuestros malestares se minimizan… Y pude vivenciar que cuando estamos con y para los demás en sus momentos difíciles, todo lo que nos pasa a nosotros se hace más llevadero, dejamos de ser el centro, de vernos el ombligo, de sentir lo terrible de lo que estamos viviendo y ganamos perspectiva.
Esto no sana enfermedades pero si las alivia, al menos por momentos. Y creo que es una práctica que bien vale la pena para empezar este nuevo año. La perspectiva da paz, una visión más clara de las cosas y hasta el ánimo para volver a empezar siempre.
Lo que también rescato de mi hermana, es que ella siempre vive el presente y elige con muchísima coherencia, racionalidad y conciencia cada uno de los pasos que va a dar, por más difíciles que sean. Es valiente. Y eso lo admiro.
valentía
- f. Esfuerzo, vigor, decisión:
- Hecho heroico realizado con valor:
Por eso, lo único que podemos hacer cuando alguien que queremos está mal, es simplemente acompañar, estar, abrazar, compartir, charlar de las cosas cotidianas,
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Que este comienzo de año nos encuentre así: viviendo el presente, siendo valientes y compasivos con todos los que nos rodean!
Que haya menos miedos y más amor
Que haya menos dolor y más movimiento
Gracias mis queridos desarticulados…
Este 2014 fue el comienzo de un camino increíble!
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gracias…
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